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Parte III
-¿Jesucristo?-
lo miré incrédulo- ¿El Hijo de Dios? ¿El que los romanos culparon y
crucificaron?
-Eso dijo Noli-
respondió Diego, desviando la mirada, como avergonzado- Pero yo no le creí
mucho. Me pareció un loco. Aunque en el video tenía barba y una corona de
espinas, como el Jesús que está en la iglesia de la plaza. Pero ahora…- señaló
a su alrededor, hacia la ciudad en llamas y los muertos que caminaban por las
calles alborotadas- Ahora no sé qué creer.
-Sigue
contando, Diego, por favor. ¿Por qué crees que se puso en contacto contigo?
-Dijo que yo
era uno de los elegidos, y que había muchos chicos como yo en el mundo. Dijo
que él y sus amigos (aunque no dijo “amigos”, dijo otra palabra más rara, que
yo nunca había escuchado) estaban alertando a los chicos elegidos para que
pudieran sobrevivir. Y fue ahí que me habló de las escaleras para llegar al
techo de la escuela. Dijo que el Apocalipsis sería de mañana, y por lo tanto me
encontraría en horario de escuela. Hasta mostró, en el video, un plano de la
escuela y todo. “Encuentra esas escaleras y sube a la azotea”, me dijo Jes…
Noli. “Antes de que anochezca, bajaré del cielo y te llevaré a un lugar a
salvo, donde los hombres podrán comenzar otra vez”. Me habló también sobre los
muertos, cómo se comportarían y qué querrían. Yo al principio me asusté mucho,
y estuve a punto de mostrarte el video, pero Noli me dijo que no lo hiciera.
“Mataremos a tu hermano si lo haces”, me dijo. Y yo... yo guardé el secreto…
fue muy difícil… -me dirigió una mirada empañada en lágrimas y yo no pude hacer
otra cosa que sentir admiración por ese niño de cinco años, casi seis, que había
guardado en su pequeño corazón una información delirante y horrorosa durante
tanto tiempo-. ¿Crees que sea verdad? Es decir, ¿crees que de verdad Noli es… Jesús?
Lo tomé de
Ia mano, negando al mismo tiempo con la cabeza.
-No creo que
Jesús, si es que existe, amenace a un chico de cinco años de esa forma- le
expliqué-. De hecho, estoy seguro que ese Noli es un demente total.
-Pero
entonces, ¿cómo lo supo? ¿Cómo supo que sucedería esto?
Abrí la boca
para contestarle, pero entonces una enorme explosión nos sobresaltó. Provenía
de un edificio cercano, y aunque miramos hacia el lugar tratando de ver lo que
ocurría, la explosión nos resultó un completo misterio. Hicimos una pausa, a Ia
espera de escuchar más detonaciones, pero no sucedió nada. El chico al que
había mandado a hacer guardia dijo que desde su posición se veían algunas
llamas salir por las ventanas, aunque yo le ordené que siguiera en su lugar y nos informara luego. EI chico, dudando, asintió y
volvió a alejarse, y yo aproveché para retomar la conversación con mi hermano.
-Preguntas
si Noli es Jesús, y yo te digo que no- le dije-. Creo saber quién es. O al
menos, qué se propone. Quizás seas muy chico para entender, pero trataré de
explicártelo.
-Hazlo
igual. Explícalo.
-¿Recuerdas...
recuerdas la vez que el Alcalde enloqueció?
Luego de
pensar un rato, mi hermano asintió. El antiguo Alcalde del pueblo era vecino
nuestro, y un día salió a la calle completamente desnudo y trató de matar a
patadas al perro de su sobrino, que vivía a dos cuadras. Lo llevaron unos paramédicos
y luego vino la policía, y al revisar su casa se encontraron con un arsenal de
armas y drogas en el sótano, además de docenas de videos caseros con chicas de once
o doce años teniendo sexo con adultos.
-Bueno, si
lo recuerdas, el Alcalde parecía un tipo muy respetable, ¿no? Y sin embargo
estaba loco. Tenía poder y estaba loco, y creo que eso mismo sucede con Noli,
aunque por supuesto, en una escala mucho mayor. Sinceramente, creo que
pertenece a un grupo de lunáticos con mucho, pero mucho poder, un poder
inimaginable, suficiente como para extinguir a Ia raza humana de un plumazo. Y
debe creerse de verdad que es Jesucristo. Probablemente se trate de un fanático
religioso, o algo así. Aunque gracias a él, paradójicamente, estamos vivos.
-No hables
con palabras raras, no las entiendo.
-Quiero
decir que si NoIi no te hubiese dicho lo de Ias escaleras, probablemente los
muertos nos hubiesen atrapado.
-¿Y eso de
de que va a bajar del cielo a buscarme? ¿Qué crees que sea eso?
-Tengo mis
ideas, pero será mejor verlo con nuestros propios ojos.
También
tenía otras ideas, cosas que no me cuajaban en relación a las advertencias de
Noli, pero opté por no decirle nada.
El chico al
que había mandado a vigilar regresó a los trompicones, y de inmediato nos
pusimos alertas.
-Hay un
problema- dijo, con una voz curiosamente aflautada.
-¿Y ahora
qué?
-Los muertos…
los zombis…
-¿Qué pasa
con ellos?
-Están
trepando por las tuberías.
* * *